Nos parece que las mujeres han logrado verdaderos avances, pero los hechos nos sorprenden y nos recuerdan todos los días que todavía queda mucho por hacer para llegar a una igualdad real entre hombres y mujeres.
No pasa un día en el que las noticias NO nos sorprendan con algún tipo de violación de los derechos de las mujeres, ya sean niñas, jóvenes o adultas; y tampoco se circunscribe a un solo estamento de la sociedad ni país; es una lacra que lo está impregnando todo.
Los recortes económicos y sociales llevados a cabo en España por un gobierno neoliberal, han hecho caer en picado las expectativas de esta sociedad para seguir aportando mejoras en la igualdad de hombres y mujeres; todos los aspectos de la vida de una sociedad no puede estar subordinados a las leyes de mercado.
Ya desde el año 2000 en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) los líderes mundiales que lo firmaron reconocían que la erradicación de la discriminación y la violencia contra las mujeres, debería ser uno de los objetivos principales hasta el año 2015, pero éste ha pasado sin pena ni gloria y parece que estamos peor de lo que estábamos, y al parecer seguimos dando pasos hacia atrás. Es hora de que las mujeres demos un golpe de mano y cojamos las riendas de nuestras vidas. No podemos seguir sometidas al poder o a la autoridad del hombre. Es hora de dar un paso al frente.
Es necesario que desencadenemos el final de la “violencia contra las mujeres”, tanto a nivel sexual, como a nivel físico. No podemos permitir por más tiempo la “sangría de tantas vidas de mujeres” que son asesinadas por el mero hecho de serlo.
A partir de este momento es hora de que las mujeres pongamos más ahínco en conseguir la igualdad con el hombre. Es preciso abordar con urgencia la paridad entre hombres y mujeres. Es urgente que desde la política se aborden normas de conciliación de la vida familiar y laboral.
Así como desde la educación, concienciar y orientar tanto en la vida familiar como en las escuelas que disminuyan el trabajo por duplicado que las mujeres deben hacer en el hogar y en sus puestos de trabajo.
Es hora que se escuche la voz de las mujeres, que no nos repriman, que no nos asesinen, que tengamos los mismos derechos que el hombre, que la igualdad no quede sólo en bonitos decretos con palabras grandilocuentes que quedan después en papel mojado. En este sentido el TSJA ha emitido una sentencia en la que considera que “Los delitos de violencia de género afectan a la seguridad pública en cuanto suponen una amenaza o un atentado grave a un interés fundamental de la sociedad, cual es el de proteger la dignidad e integridad física y moral de las personas que la integran, en este caso las mujeres vinculadas por matrimonio o análoga relación de afectividad”.
Si queremos tener una democracia real y efectiva, será necesario que la voz de las mujeres se escuche en todos los ámbitos de la sociedad.
Desde FeSP UGT Andalucía reclamamos un Pacto de Estado contra la violencia de género porque así obligas a todas las fuerzas políticas del arco parlamentario a hacer propuestas concretas para erradicarla.
También desde FeSP UGT Andalucía exigimos un aumento presupuestario en políticas de prevención, concienciación y protección de las víctimas.
María Acosta Hernández
Secretaria de Salud Laboral e Igualdad de FeSP UGT Andalucía